Nuestro pueblo, Mazarrón, se muere. Esta afirmación puede sonar demasiado catastrofista pero no es más que la constatación de la más triste de las realidades. Una localidad como la nuestra se encuentra con miles de familias bajo la espada de Damócles, y lo peor, sin visos de mejora, el desempleo en todas las escalas, la huida en masa de empresas que han explotado nuestras tierras durante décadas, el lógico derrumbe del ladrillo y las políticas caciquiles de nuestro Ilustrísimo Alcalde han hecho de Mazarrón un lugar sin futuro, sin esperanza, donde por primera vez desde los años de la guerra civil vuelve a bajar el padrón Municipal.
Desde nuestro grupo, somos conscientes de este drama del que tarde o temprano todos estamos llamados a sufrir si un milagro no lo impide, es por ello que desde nuestro siempre humilde pero no por ello menos válido blog, hacemos un llamamiento a la sociedad Mazarronera, a la verdadera, a esa auténtica Working Class Mazarronera, nieta de mineros y pescadores, a que luchen por sus derechos, por sus empleos y por su tierra, la que Caciques, poderes fácticos y mueve-hilos llevando dominando desde la caída del Frente popular, no pedimos oropeles, no pedimos una vida llena de lujos y excesos, nosotros que somos parte importante de la juventud tan sólo pedimos poder vivir dignamente en el lugar que nos vió nacer, no sólo creemos que es posible, sino que además es nuestro deber la lucha, por que sin lucha no hay nada.
Es tal vez hoy, más necesaria que nunca, la concienciación de clase, el saberse víctimas de un sistema que nos está condenando a la nada, de una política nacional, regional y municipal que sólo busca aprovecharse al máximo del pobre, del trabajador humilde, de la madre soltera mileurista para con nuestros impuestos financiar a los especuladores, a la gran banca y finiquitar los derechos sociales con la excusa de la crisis que ellos mismos provocaron, es hora de dejar atrás los miedos, los que dirán, y las excusas.
Ya sólo viven bien los paniaguados de los mandamases, los barrigas agradecidas, los que siempre dictaron en la sombra y tras los títeres cómo y de qué manera Mazarrón debía hacer las cosas, hiriendo de muerte la ya de por sí deficitaria "democracia" Española.
¡Si no luchamos, estamos perdidos!
Por un Mazarrón alternativo, otro municipio es posible.
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